jueves, 11 de julio de 2013

Cruzada en "jeans"

Fecha inicio de la lectura: 24/06/2013
Fecha término de la lectura: 05/07/2013
Autor: Thea Beckman
Editorial: Gran angular (ediciones SM)
Número de páginas: 179
Resumen:
Rudolf Hefting es un chico de 15 años que vive en Holanda al cual le gusta la historia, sobre todo le atrae la época de la edad media, es por eso quizás que cuando 2 amigos científicos de su padre, el doctor Simiak y el profesor Frederics, lo invitaron a presenciar su último y más importante invento, una máquina que viaja en el tiempo, el joven se ofreció de manera casi involuntaria para realizar una travesía a través de la historia. Los inventores parecían sorprendidos, y al mismo tiempo sabían que era imposible ya que recién en vísperas de año nuevo esperaban experimentar con un mono, pero fue por la insistencia de Dolf por lo que cedieron, casi sin darse cuenta. Antes de partir, le entregaron un cuchillo de acero inoxidable, un par de marcadores  y cuadraron sus relojes, y como eran cercano a las 1 pm, acordaron que Rudolf solo estaría en el pasado por 4 horas, es decir, que a las 5 en punto debía estar en el lugar exacto en donde aterrizara, porque si no se encuentra allí a la hora acordada, el chico podría quedarse para siempre en la edad media. Sin más demoras el chico comenzó su viaje.
Dolf deseaba ir al año 1212, al 14 de Junio en Montgivray, Francia, para estar presente en el torneo organizado por el duque Dampierre.
Al llegar al siglo XIII , lo primero que hizo el viajero fue marcar el punto exacto en el cuál aterrizó, para no perderse más tarde. Luego, salió a investigar, hasta que se topó con un joven que estaba siendo asaltado por dos tipos montados en caballos, Rudolf sólo reaccionó a sacar el cuchillo y atacar a los maleantes. Finalmente, un asaltante murió y otro huyó, Dolf  ya estaba saliendo de escena cuando se percató de que el joven al que salvó lo estaba siguiendo, le compartió de su comida y comenzaron a hablar. El chico que era víctima del robo se llamaba Leonardo Fibonacci, de Pisa, y se encontraba de viaje, iba desde París, donde había estado estudiando, hasta Bolonia, para seguir con sus estudios. Después de presentarse Rudolf, éste le preguntó al Pisano en que dirección se encontraba Montgivray, a lo que él respondío que muy lejos, ya que se encontraban en Alemania, más exactamente, entre Espira y Worms. Dolf estaba desconcertado, pero iba a aprovechar su tiempo en el pasado. Comenzó a enseñarle las matemáticas occidentales a Leonardo, y antes de que se diera cuenta ya solo quedaban 30 minutos para el viaje de vuelta. Le regaló a su nuevo amigo del pasado el par de marcadores y éste le regaló una medalla de la virgen María. Luego corrió hacia el lugar marcado, pero se topó con un gran tumulto pasando por el lugar. Desesperado, buscó el espacio de tele transporte, y se encontró con un joven que estaba en el lugar, quedaba poco tiempo, así que corrió para sacar al chico, pero antes de que lo apartara, había desaparecido, Rudolf se había quedado en el siglo XIII, y probablemente para siempre.
Recobrándose del impacto del momento, divisó a Leonardo entre el gentío y empezó a acercarse a él, pero en los pocos metros que debía avanzar, veía como pequeños niños caían, algunos muertos y otros por el cansancio, al llegar con su amigo le preguntó a que se debía tanta gente junta, en realidad, tantos niños pequeños juntos, a lo que el estudiante respondió que no estaba seguro, pero que probablemente era una cruzada de niños, parecida a una que tuvo lugar a cabo en Francia, pero que no tuvo éxito. Dolf no podía creerlo, los que devían estar en las cruzadas eran los soldados, no pequeños desnutridos y moribundos como aquellos. Los chicos levantaron a un par de pequeños y los colocaron sobre la Mula de Leonardo, y avanzaron junto a ellos hasta que se detuvieron, ya entrada la noche, junto a la entrada de una ciudad a la cual no los dejaron entrar.
Se enteraron de que efectivamente se trataba de una cruzada infantil, que tenían como misión llegar a Jerusalén, Guiado por el enviado de Dios, un zagal llamado Nicolás, y con su inocencia lograrían espantar a los Sarracenos y liberar a la "Ciudad blanca" de ellos. Como los pequeños seguían una ruta por la que pasaban por Bolonia,  Leonardo decidió integrarse y seguir con ellos hasta llegar a su destino, mientras que Dolf, viendo ya improbable sus probabilidades de volver a su era, decidió unírseles también. 
Durante su travesía ocurrieron muchas cosas, como el incendio de una ciudad, un brote de fiebre escarlata, entre otros hechos.
El joven Nicolás estaba acompañado por 2 frailes, Dom Augustus, un hombre honrado y simpático, y Dom Anselmus, que era más bien de temer y de un elevado temperamento.
Dolf conoció a algunos chicos, como la pequeña María, una huérfana de Colonia, a la que le tomó tanto cariño que llegó a considerarla su hermana, también a Peter, Frank, Betho, Hilda, que era una chiquilla de sangre noble, y a Carolus, que era el futuro rey de Jerusalén,  al cual el futurista le tomó mucho afecto. Es por esto que decide ir a hablar con el guía, Nicolás, para proponerle algunos cambios y así cambiar las precarias condiciones en que se encuentran los pequeños. Al principio no le gustan, pero percatándose de que cada vez que se ponía en contra del Chico de Amsterdan cosas malas sucedían, decidía a regañadientes hacerle caso, algo que le molestaba a Dom Anselmus, ya que por alguna razón tenía un gran apuro con llegar a Génova.
Mientras avanzan, Rudolf empieza a tomar de a poco más protagonismo, y cuando el futuro Rey Carolus muere víctima de una apendicitis, con sus últimas fuerzas nombra al chico de Holanda su heredero al trono.
Una vez en Génova, el milagro debía ocurrir, el mar debía separarse en 2 para dejar pasar a los inocentes cruzados, que a esa altura poco de inocencia les quedaba debido a su duro viaje por los Alpes, y es allí donde Dom Augustus le cuenta arrepentido a Dolf que el milagro no ocurrirá, que él y el otro fraile habían engañado a Nicolás, y que cuando no pasara nada llegará el otro Fraile con la novedad de que Dios en vez de dividir las aguas les envió 5 naves que los llevarán a la ciudad prometida, pero que realmente estos los llevaran a Túnez y serían vendidos en como esclavos. Alarmado por la confesión, Rudolf llama a un consejo a todos los líderes de los grupos para contarles lo que sucedería, y con mucha dificultad le creyeron, ahora debían todos preparar al resto para la gran desilusión y tratar de evitar que los demás suban a los barcos.
Llegando el otro día, pasó lo previsto, y los pequeños atacaron al falso fraile hasta matarlo, al igual que a uno de los piratas.
Algunos de los pequeños se quedaron en Génova, los nobles principalmente, otros, los menos, volvieron a Colonia junto a Dom Augustus, y el resto decidió seguir hacia el este, para intentar llegar a la Ciudad blanca, entre ellos, Rudolf, Leonardo, y el resto de sus amigos.
En una cruel trampa  en que cayeron, Nicolás y otros 2 nobles fueron asesinados, quedando como líder definitivo Rudolf y Betho, ya que Leonardo se había quedado en Pisa, al igual que otros chicos que se fueron quedando en el camino para probar suerte.
Cuando pasaba por las costas del mar Adriático, Leonardo se reintegró a la marcha, esta vez con el pretexto de que deseaba llegar con el duque de Palermo y esperando que le ofreciera algún puesto en su corte, por sus conocimientos de las matemáticas occidentales.
En Brindisi, se dieron cuenta que era el fin, ya no quedaba más camino y solo quedaba cerca de un millar de jóvenes que ahora vagaban por Italia. Leonardo le contó a su amigo de que hace una semana encontró algo extraño, al entregárselo a Dolf  éste se dió cuenta de que era un cubo de aluminio y dentro tenía un mensaje del Dr.Simiak, pero pedía ser devuelto 24 horas después de ser encontrado, de nuevo había perdido su oportunidad. El obispo de la ciudad consiguió que unos navegantes llevaran a los niños a Venecia, pero Rudolf deseaba volver a su época, y Leonardo se llevaría a María a Pisa, donde se preocuparía de que la educaran y cuando ella cumpliera 15, se casarían. Dolf pidió a los chicos que si alguien encontraba una caja como la que encontró Leonardo, se la dieran y recordaran el lugar exacto en donde la hallaron. Un día después, Frank encuentra una caja, se la da Dolf y éste le responde la carta al científico.
Al día siguiente, Rudolf logra volver a su época y reencontrarse con su familia.

Reflexión: Debemos ayudar a los otros y ser leales. Rudolf no tenía obligación ninguna para unirse a la cruzada, pero al ver la situación de los niños decidió quedarse, y lo hizo hasta que todos estuvieron seguros y con un futuro.
Valoración: El libro otorga una diferente perspectiva de lo que eran las cruzadas en la edad media, y destaca las cualidades de las personas que vivieron en aquella época. Lo único cuestionable del libro es el final, ya que no se logra comprender como fue que el Dr.Simiak descubre en que lugar se encontraba Dolf, o si envió estas cajas a cada lugar que podía resultar "turístico" para él, o si solo fue una coincidencia. Es por esto que le evalúo a este libro con una calificación
de 6,6.

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