sábado, 24 de agosto de 2013

La isla bajo el mar

Fecha inicio de lectura:22/07/2013
Fecha término de lectura: 22/08/2013
Autor: Isabel Allende
Editorial: Debols!llo
Número de páginas: 511

Resumen:
la historia trata sobre la vida de una esclava de descendencia  Africana llamada Zarité. La mujer tuvo su primera dueña apenas nació y fue criada y bautizada por el otro esclavo doméstico que poseía su la blanca, Honoré, a quién vió por última vez cuando tenía 9 años y su dueña la vendió a una muchacha de reputación en la ciudad de Le Cap, en Saint-Domingue, una coccote llamada Violette Boisier. La joven cortesana no la había comprado para su uso, sino que había sido un encargo de su ex-cliente Toulousse Valmorain.
Toulousse Valmorain llegó en el 1770 a Saint-Domingue a visitar a su padre, al cuál no veía desde hacía décadas, debido a que le enviaron una carta a su natal Francia para comunicarle que su padre se encontraba enfermo, y cómo el era el único hombre de los Valmorain acudió a verlo. Al llegar, se percató de que la situación en la que se encontraba su padre era mucho más grave de la que se describía en la carta, el viejo estaba enfermo de Sífilis y en etapa terminal, por lo que debió quedarse en la plantación de azúcar de su padre. El joven tenía apenas 20 años y un pensamiento abolicionista, soñaba que esa plantación generara más y con menos castigos, inclusive, creía que la esclavitud era algo horrible, pero con los años se convenció a sí mismo de que era necesario e irremplazable.
En uno de sus viajes de negocios a Cuba, Valmorain conoció a la española Eugenia García del Solar, y al día siguiente acordó con el hermano de ella, Sancho, un tipo carismático y el alma de la s fiestas, el matrimonio de Eugenia y el francés.
Llegando a su plantación, Valmorain se dio cuenta de que su casa era muy poco digna como para llevar a una mujer a vivir allí, así que le pidió ayuda a la única mujer que conocía en Saint-Domingue, Violette, para que lo asesorara. Entre las tantas cosas que compró para el hogar, la coccote adquirió a Zarité o Teté para que le sirviera a Eugenia y realizara los labores domésticos. La esclava de Violette, Loula, le enseñó todo lo que debe saber una ama de llaves, a parte de peinados para su dueña  y esa clase de cosas, y la enviaron a vivir con Valmorain.
Cuando apenas Teté tenía 11 años, Valmorain empezó a abusar sexualmente de ella, algo muy común en las plantaciones de Saint-Domingue, debido a que su esposa no lo satisfacía, ya que por el clima, los esclavos y muchos abortos, la mujer se había vuelto loca.
Cuando Teté tenía 16 quedó embarazada de su amo, éste para evitar el odio de su esposa y con la excusa de que alllí estaría mejor, envió a su esposa  a un internado con unas monjas en Cuba, donde Eugenia efectivamente mejoró un poco, y cuando volvió no sospechaba que Teté había sido madre, ya que Toulousse se había llevado al chico a Le Cap, donde le pidió a Violette que lo cuidara, ella accedió feliz a criarlo junto a su esposo, el general Francés Étinne Relais,. Tanta fue la mejoría de Eugenia que volvió a quedar embarazada, y como la mujer ya había desarrollado cierto trauma al embarazo se quedó postrada en su cama los 9 meses. Finalmente Eugenia logró dar a luz a su único hijo, Maurice Valmorain, al cual Zarité cuidó como si fuera el que le quitaron apenas nació.
Eugenia volvió a su estado de locura y su hijo era como un estorbo para ella, pero no fue hasta que Valmorain presenció como agitaba de los hombros al bebé para que callara que se lo quitó, ya que el niño era lo más preciado para él.
Tres años después Teté, con 20 años, quedó embarazada nuevamente, pero esta vez no estaba segura de que fuera de su amo, ya que se había involucrado con un chiquillo llamado Gambo, que apenas llegó a la plantación, escapó, teniendo mucha más suerte que la mayoría de los rebeldes, porque nunca lo encontraron. Cuando nació Rosette, bautizada así en honor a la madrina de Zarité, curandera, y mambo de la plantación, Tante Rose, Teté tenía miedo de que se la quitaran al igual que su otro hijo, pero esta vez su amo se apiadó y la autorizó a quedarse con ella. No estaba segura al principio si el bebé era o no de su amo, pero con el tiempo se hizo evidente de que lo era, ya que tenía piel clara.
Rosette y Maurice se criaron como hermanos, de hecho a el lo castigaban por llamar a sí a Rosette, pero el amor entre ambos era evidente.No pasaban ningún momento separados, y él le prometía a la chiquilla de que cuando fueran mayores se casarían.
Poco tiempo después del nacimiento, Murió Eugenia, que se había intentado suicidar innumerables veces y había pasado 11 años loca en esa plantación. A Maurice no le importó, porque no tenía permitido ver a "la señora enferma" y jamás le interesó hacerlo, ya que para él su "maman" era Zarité.
Poco después empezaron las revoluciones, primero en el norte de la colonia, causando la quema de todas la plantaciones ubicadas allí, y luego al resto del lugar.La noche antes de la revolución en la plantación de Valmorain, apareció Gambo para advertirle a Zarité lo que pasaría al amanecer, le ofreció escapar con él pero ella se negó ya que tenía que cuidar a los dos niños. Al final, después de varios minutos de negociación,Teté lo convenció de que la ayudara a escapar junto a los niños y a su amo a Le Cap. Zarité corrió a despertar a Toulousse, le contó la situación y éste, por miedo a que le hicieran daño a su pequeño, aceptó a huir, pero antes Teté lo obligó a firmar un papel autorizando la libertad de ella y Rosette. Viajaron a pie varios días cargando a los niños, la plantación había sido quemada pero no destruida totalmente. Cuando llegaron a cierto punto de la travesía, Gambo le dijo  a Teté que ya era tiempo de que escaparan los dos, pero por su amor a los pequeños la obligó a rechazar la propuesta y el guerrero se fue, dejándola sola son Valmorain y los 2 niños a medio camino. Al cabo de un tiempo se separaron la esclava y su amo, ella fue encontrada por unos militares, y al mostrarle el papel de su libertad le brindaron ayuda. Además, al contarle a los Franceses de que Valmorain estaba perdido por allí, ellos fueron en su búsqueda, dirigidos por Relais, a quien Toulousse le había regalado el niño que ahora se encontraba en Cuba con Violette por seguridad y que habían bautizado Jean-Martin Relais, y después de un tiempo de iniciada la misión de rescate, lo encontró con vida junto a Maurice.
Una vez en Le Cap, se establecieron en una casa Digna como para alguien como él, Teté le preguntó sobre su libertad y él le respondió que ningún juez lo había firmado todavía y que ella era menor de 30, por lo que todavía no podía emanciparse. En Le Cap Valmorain pensaba que hacer con su negocio, hasta que recordó que aconsejado por Sancho había comprado unas tierras en Luisiana, así que apenas pudieran se irían a Cuba por él y luego al futuro, Luisiana. Su esperanza de irse pronto se vió opacada por el estallido de una guerra civil, pero apenas pudo se embarcó. Al único que iba a extrañar era al Dr. Parmentier, con quien sostenía interesantes conversaciones sobre la esclavitud, ya que el secretamente tenía en Cuba a su familia, una mulata y 3 hijos. En la guerra, debido a una herida infectada, murió Étine Relais, dejando viuda a la bella y joven Violette.
No estuvieron mucho tiempo en Cuba, Teté se encargó de hacer las compras previas para el viaje, como la ropa, comida, muebles para la nueva casa, entre otras cosas.
En Luisiana, todo era diferente, los esclavos eran más caros, por lo que los trataron mejor, y al llegar ahí a Valmorain le dieron ganas de realizar sus sueños de juventud realidad, la de una plantación efectiva con esclavos tratados humanamente. Para esto contrató a un capataz Irlandés el cual no era muy partidario de los maltratos, y su mujer actuaba de enfermera.
Valmorain volvió a casarse después de las insistencias de Sancho con una grand blanc llamada Hortense Guizot, ella si maltrataba a sus esclavos y estallaba con ellos al más mínimo descuido, fuera de ella o de los esclavos. En una ocasión, luego de dar a luz  a su primera bebé bautizada como Marie Hortense, había sido invitada a una exclusiva fiesta junto a su esposo y para la ésta encargó un vestido a Francia, pero cuando se lo colocó no le entró, y cuando Teté le sugirió cambiarlo, la azotó repetidas ocasiones, hasta que Maurice se percató, y quien a pesar de odiar la esclavitud y el castigo físico, empujó a Hortense, tirándola al suelo, y le quitó su fusta para luego golpearla en la cara. Después de este episodio al chico lo enviaron a un internado en Boston, a Rosette a un internado de Ursulinas y a Teté a trabajar en la plantación. 
Teté estaba en la enfermería y la esposa del capataz estaba atendiendo un  parto complicado, el bebé venía mal posicionado y la mujer se lamentaba que sería la primera mujer que perdía en su tiempo de enfermera, Teté, que tenía conocimientos médicos que había adquirido gracias a Tante Rose y al Dr. Parmentier, le realizó masajes a la embarazada hasta que el bebé quedó en la correcta posición y finalmente nació. Desde ese día Zarité quedó como ayudante de enfermera.
2 años después, Hortense dió a luz a su segunda bebé, pero nació con problemas pulmonares, y el Dr. Parmentier, quien se había ido con su familia, Violette y Loula a Nueva Orleans y que además sabía los conocimientos que tenía Teté sobre medicina, convenció a Valmorain de que ella era la única opción que tenía si quería que su hija viviera, por lo que Teté volvió a la casa. Apenas volvió, le recordó a su amo que ese año ella cumplía 30 años, por lo que se emanciparía, Valmorain enfurecido le respondió que no podía creer como lo trataba después de haberle dado todo su vidas entera, pero Teté hizo caso omiso y apenas la bebé mejoró, y con la ayuda de père Antoine, una cura con reputación de santo en Nueva Orleans, Teté se emancipó. Al principio ayudaba al santo en sus trabajos, hasta que su emancipación fue definitiva. Ella temía por el futuro de su hija, pero su ex-amo le dejó en claro que dejaría a Rosette con las Ursulinas hasta que se graduara. Un día se encontró en la plaza con Don Sancho, le contó su situación y éste la ayudó a encontrar empleo, nada más y nada menos que con su "pareja" Violette Boisier. En esa casa debía hacer los labores domésticos, ya que Loula estaba muy vieja para ellos, pero la diferencia caía en que ahora ella tenía un sueldo. 
Luego de un tiempo viviendo libre Teté, se desarrolló una crisis social debido a la venta de Luisiana a Estados Unidos, por lo que las Ursulinas decidieron huir a Cuba y enviar a las niñas del internado con  sus padres, por lo que Teté debió recibir a su hija en casa de Violette, 3 años antes de que se graduara, y no tenía idea de que hacer con ella, pero su jefa tenía una buena idea para la chica, un "placage". Un Placage consistía en que las chicas ofrecían una relación, siendo ellas bellas, educadas y sumisas, pero a cambio la familia del chico le tenía que dar un hogar y seguridad. Rosette aceptó inmediatamente, y a sus 15 años empezó a prepararse junto a otras niñas, a las que presentarían en un gran baile tiempo después para hacer el negocio.
El mismo año, Maurice se graduó de su internado en Boston, visitó a su familia en Francia junto a su padre, a quien no veía desde que se había internado, y llego a Nueva Orleans para ver a su familia.
Hortense había tenido en total 5 niñas, con la esperanza de que alguna hubiera sido un macho que le quitara la plantación de las manos a ese mocoso que era Maurice, a quién vagamente recordaba.
Cuando llegó a la ciudad, se enteró del baile, y su papá aceptó a realizar un placage felizmente, ya que creía que su hijo era un sensible. El día del baile se encontró con la bella Rosette que lo estaba esperando y se le cruzó entre ceja y ceja la idea de casarse con ella que siempre había tenido, Valmorain se opuso rotundamente debido a que eran medios-hermanos, pero Maurice estaba decidido y además, le confesó a su padre de que era una abolicionista y que deseaba volver a Boston para estudiar leyes y ser un abogado, para luchar por la igualdad. Ante esto, Valmorain se enfadó mucho más y lo echó de su casa, prohibiéndole volver y usar el apellido Valmorain.
Nadie podía casar a esos jóvenes, ni el mismo Père Antoine, pero a Teté se le ocurrió que un capitán en su barco es el que dicta las leyes, y con ayuda de su pareja, Zachaire, a quién había conocido en Saint-Domingue,se reencontró en Nueva Orleans y que ahora esperaban su primer hijo o hija juntos, lograron casar a esos niños.
Durante el poco tiempo que estuvo la pareja junta, debido a que Maurice se embarcó 2 días después del casamiento ya que debía volver a Boston para estudiar, Rosette quedó embarazada. Durante un tiempo se dedicó a ayudar a Adèle, esposa del Dr. Parmentier, a coser vestidos.
Teté dió a luz a una niña a la que llamó igual que la madrina de la bebé, Violette.
Un día en el mercado,  Rosette se encontró con Hortense, ella la saludó con el debido respeto, pero la otra se le puso en el camino y la insultó por llevar en su vientre un bebé de Maurice, y posterior a eso la abofeteó. Rosette, quien nunca había sido insultado o humillada  por el hecho de ser hija de esclava, le devolvió el golpe y fue apresada por la policía. La joven fue condenada a 2 años de cárcel. Teté, enfurecida por esto, se dirigió a la plantación de Valmorain a pedirle que hiciera entrar en razón a su esposa y retirara los cargos contra su hija. Horrorizado al oír la historia, Toulousse se dirigió inmediatamente a su hogar en la ciudad, sin importarle las secuelas que sufría de su parálisis cerebral que sufrió después de marcharse Maurice, y obligó a Hortense a retirar los cargos.
De vuelta en casa, Rosette dió a luz a un bebé prematuro al que llamó Justin, pero ella perdió mucha sangre y murió. Al enterarse, Maurice se embarcó inmediatamente a Nueva Orleans y llegó cuando su hijo ya tenía 3 meses. Valmorain conoció a su nieto, pero Maurice se negó a ponerle su apellido, ya que el mismo se lo había cambiado a "Solar". El joven viudo dejó de estudiar y empezó a viajar por el mundo.
Zarité vivía con Zachaire, su hija Violette, Justin y su otro bebé Honoré, felices, en una casa pequeña, en la que ella esperaba envejecer junto a su pareja llena de hijos ,nietos y libres.

Reflexión: Las personas se definen por lo que son, no físicamente, sino que debido a sus actos y a su forma de pensar.
Todos los blancos eran vistos bien en la sociedad, a pesar de tener centenares de esclavos. Pero los esclavos, como Zarité, eran horriblemente tratados. Maurice, por ejemplo, a pesar de ser hijo de un esclavista, decidió torcer su futuro y resultó ser un abolicionista. Pero finalmente, fueron felices los de buenos actos.
Valoración: El libro es uno de los mejores que he leído, la historia puede resultar cruel, por lo que no lo recomendaría a gente sensible, pero sin duda vale la pena leerlo. Lo califico con una nota 7.0.